domingo, 31 de mayo de 2015

MATEMÁTICA A PARTIR DEL JUEGO





INFANCIA


La infancia es un tiempo que los niños recorren de manera cada vez más diversa y desigual, atravesada por los procesos de globalización social y cultural y por las políticas neo liberales.
Los niños ya no tienen tiempo para jugar para leer, para pensar, para imaginar, para volar.. Tienen obligaciones que cumplir, que son las que pautan los adultos, ligadas al consumo de la cultura (ingles, fútbol, etc.) en el mejor de los casos. En los contextos de pobreza extrema, estas obligaciones están centradas en conseguir dinero para llevar a sus  hogares, en cuidar a hermanos más pequeños, asumiendo roes adultos.

“Mucha magia y mucha suerte tienen los niños que consiguen ser niños.”



Fomentemos el apoyo

Es importante apoyar a los niños, motivarlos a que siempre deben seguir hacia adelante, que no deben bajar los brazos. Nosotras como docentes tenemos que tener en cuenta que si ellos saben que cuentan con nosotras, todo les va a resultar mucho mas fácil.
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miércoles, 27 de mayo de 2015

Historias de valores


Poesía para las jardineras

Mi jardín tiene hadas,
pero son verdaderas,
no salieron de cuentos,
todas son jardineras.


Duendecitos traviesos,
de caritas alegres,
aunque a veces me retan
yo se bien que me quieren.


Señorita hoy te canto
con mucha emoción,
y te llevo muy dentro
de mi corazón.

Porque estás a mi lado
y de tu mano aprendí
que las hadas existen
aquí en el jardín.


Tienen muchas sorpresas
dentro de sus bolsillos
y un corazón grande
como si fuera un nido.

Y por eso les canto
con amor este día,
porque yo quiero mucho,
mucho a mis señoritas.

Hadas en el Jardín.
(Cecilia Rogier-Chacho Marceillac)


¡¡¡A JUGAR!!!

Muchas veces, al terminar de realizar una actividad en el Jardín de Infantes, nos queda muy poco tiempo para empezar con otra. Por lo tanto, recurrimos a las mismas canciones, poesías, cuentos o adivinanzas de siempre. Sin embargo, también podemos optar por juegos cortos que son muy divertidos, y así llegar a lograr la atención de un mayor número de niños. 
 Aquí les traigo juegos tradicionales muy conocidos, que pueden llevar a cabo con los niños en ratos libres o momentos en los que suelen aburrirse (antes de despedirse del jardín, antes del saludo inicial, al terminar la merienda, luego de contar un cuento, etc). 

TELÉFONO DESCOMPUESTO

Los niños se colocan en fila y un participante inicia el juego diciendo una palabra o frase al compañero de al lado (en el oído).  El mensaje debe pasar de niño en niño hasta que llegue al último de la fila que tendrá que decir la frase en voz alta. Si es correcta, el primer niño ocupará el último lugar de la fila y el segundo pasará a ser primero e inventar el mensaje.

SIMÓN DICE...

Este juego inicia cuando un participante dice una acción y los demás deben obedecerla, por ejemplo: "Simón dice que se toquen la cabeza" (los niños deben obedecer), "Simón dice que salten en un pie" (deben obedecer), "....dice que bailen como monos" (no deben obedecer, porque no mencionó a "Simón"), "Sillón dice que ladren" (no deben obedecer porque dijo otra palabra en lugar de "Simón"; el que obedece, pierde).

ANTÓNIMOS

Yo conozco un juego que se juega así
Si yo digo blanco, ustedes ¿dicen?... negro
Cuando yo digo negro, ustedes dicen blanco.
Este juego va a empezar
No se vayan a equivocar.
Maestra: -Blanco, blanco, blanco...
Niños: -Negro, negro, negro...

Y comienza de nuevo, pero con otra palabra... 
"Yo conozco un juego que se juega así..."

PELOTA PASA

Los niños deben colocarse en ronda. Una vez que están sentados comienzan a pasarse la pelota de mano en mano. Pueden acompañar el juego cantando una canción o diciendo "pasa pasa pasa, pasa pasa pasa." En un momento, la maestra deberá decir "STOP" y el niño al que le tocó la pelota, responder una pregunta de la señorita, ejemplo: ¿Cuál es tu color favorito?

martes, 26 de mayo de 2015

Coloreamos

El pintar, es una actividad muy satisfactoria para los niños, que los hace divertir y entretenerse, ademas de hacerlos utilizar la imaginación. Por lo tanto es importante que se les pueda presentar dibujos para colorear, o así mismo que ellos puedan realizar el dibujo también.
Aquí les dejo dibujos que pueden imprimirse.








"Cabeza de árbol"

                                                                Cabeza de árbol.
 Vanesa Ramírez, escritora argentina. Historias de niñas. Cuentos de niñas y animales.

Este es un cuento un tanto extraño, bah, es la historia de una niña común, una linda niña de pelo lacio (de muuuucho pelo lacio) pero esperen, ya que es un cuento, vamos a empezarlo como se debe….
Había una vez una niña, que tenía un hermoso y largo cabello lacio, que caía profuso y copioso sobre su pequeña espalda. Sí, sí, un hermoso cabello. Pero a ella no le gustaba. Decía que el pelo lacio era aburrido y que quería tener rulos. Muchos rulos. Porque era más divertido.
Y así iba por la vida, pidiendo tener rulos cada vez que veía caerse una estrella, cada vez que una vaquita de San Antonio se posaba en ella, cada vez que veía un panadero y le sacaba el pancito, cada vez que cumplía años, cada vez….
Y ocurrió, porque cuando las cosas tienen que ocurrir alguna vez ocurren. Un buen día se despertó y tenía un montón de rulos en la cabeza. No sabemos si fueron las vaquitas de San Antonio, los panaderos, las estrellas, los cumpleaños, o todo. Pero resultó que su hermoso pelo lacio se convirtió en una mata de rulos, igualmente hermoso… bueno, al principio. Pero pensándolo bien después también. Pero no nos apuremos. Mejor vamos paso a paso.
Esa mañana en que se despertó con rulos, cuando se miró en el espejo del baño al principio no lo podía creer, “seguramente sigo durmiendo”, se dijo. Pero no, era verdad, se había despertado nomas. Y lo comprobó con el viejo método del pellizcón. Y le dolió. Así que no cabían dudas, estaba despierta… ¡y tenía rulos!! Al comprobar la veracidad del hecho salió, corriendo y a los gritos, a mostrarle al mundo su nuevo aspecto.
Eso sí, como dicen por ahí: “cuidado con lo que deseas porque se puede hacer realidad”. Tenía rulos, sí, pero como tenía taaaaaaanto pelo sus rulos ocupaban mucho espacio, y en la escuela empezaron a decirle “cabeza de árbol” porque eso parecía, un árbol. Un árbol con su cuerpito flaco y larguirucho semejando el tronco y su enorme cabellera enrulada que parecía la copa. Y no sólo en la escuela, y no sólo los chicos pensaban que parecía un árbol…
Un día, en que estaba parada quietita un rato, vino una abeja medio despistada y consideró que ése era un lugar espectacular para armar una nueva colmena (porque la que tenían hasta hace un rato se la había roto un nene con un palo, eso sí, ¡¡¡le habían dado su merecido!!!), pero aún estaban sin colmena y tenían que construir otra para resguardar a las larvas que se habían salvado de la masacre. Así que fue rápidamente a contárselo a sus hermanas, bailando, como se cuentan las cosas las abejas. Y así fue que decidieron armar su nueva colmena en ese extraño árbol.
Una cosa que no dijimos antes, y que estaría bueno que supieran, es que a la nena le gustaban mucho los bichos.
Le gustaban los animales, en general, pero particularmente esos que los científicos clasifican dentro de los artrópodos, pero que todos – todos – conocemos como “bichos”.
Al notar que las abejas estaban empezando a construir su colmena en un sector de sus rulos, la nena se puso contenta. Le encantaba la idea de tener unos amigos bichos viviendo con ella… El problema fue cuando llegó la hora de acostarse, porque si apoyaba la cabeza en la almohada iba a destrozar la incipiente colmena y sus pobres nuevas amigas iban a tener que mudarse de nuevo… Así que llamó a un amigo al que le gustaba inventar y construir cosas e idearon juntos un soporte para su cabeza, para que ella pudiera dormir cómoda y que las abejas estuvieran a salvo.
Y así prosperó la colmena, las abejas se hicieron sus amigas y no la picaban, es más, la defendían cuando alguno (de ésos que no entienden nada) la agredía o se burlaba de ella y de sus rulos de mala manera. Porque las burlas graciosas son lindas, y dan risa, pero las mal intencionadas no, y las abejas se daban cuenta y alejaban zumbando – y a veces a los aguijonazos – a los que venían con mala onda.
Y después llegaron otros: bichitos de luz, chicharras, alguna que otra araña… la profusa cabellera empezó a poblarse ya tener vida (o a tener MÁS vida, digamos…). A ella y a sus amigos les encantaba ver qué nuevo habitante se sumaba a la comunidad, los conocían a todos y, como eran chicos curiosos, iban registrando los cambios y los comportamientos de todos los seres que vivían en la “cabeza de árbol”.
Y un día vinieron los pájaros: al principio un picaflor hizo su pequeño nidito, después se fueron sumando chingolos, torcazas y hasta un hornero… ¡qué contentos estaban todos!!
A la nena le gustaba mucho tener esa linda comunidad en su cabeza de árbol, pero con esto de hacer de árbol se le estaba haciendo difícil realizar sus actividades de nena. Si jugaba al elástico, por ejemplo, sus co-habitantes pensaban que había un terremoto. ¡¡¡Y ni hablar de lavarse la cabeza!!!
Así que otra vez, recurriendo a sus amigos, se pusieron a pensar en cómo hacer para que ella pudiera volver a saltar y correr como antes (porque no lo dijimos hasta ahora, pero a la nena le gustaba mucho correr y saltar y andar en bicicleta y todas esas cosas…).
Y pensaron y pensaron y al final decidieron que lo mejor sería que la nena se cortara los rulos y que los pusieran en algún lugar seguro y protegido, pero que, a la vez, lo pudieran ir a visitar cuando quisieran, así veían como seguían sus amiguitos. Así fue que pidieron permiso y plantaron un poste (de la altura de la nena, más o menos) en un rincón del patio de la escuela y le cortaron el pelo con mucho cuidado y lo fueron traspasando al palo, armando otra vez el árbol. Así quedaron los rulos, los bichos y los pajaritos en el patio, como una mini-reserva, que ahora en la escuela se conoce como “La Peluca” y que está ahí, en el patio.
¿Quieren saber qué le pasó a la nena? Volvió a tener su hermoso pelo lacio, y a correr y a saltar, pero cada tanto va al patio, hasta el poste, y con muuuuucho cuidado se pone la peluca, para volver a sentirse un poco árbol…
Y colorín colorado, ¡este cuentito loco ha terminado.
Fin

¡ADIVINAMOS JUNTOS!


                                    Tengo hojitas blancas,                                      

Es el rey del gallinero
en enero, abril y mayo.
Tiene plumas y dos patas,
cresta roja, es el…
(Gallo)

       

gruesa cabellera
y conmigo llora
toda cocinera.
(La cebolla)



Si yo te miro,
tú me ves.
Y todo lo que digo
te lo digo al revés.
(El espejo)



Chiquito y picarón,
roba queso
como un ladrón.
¿Saben quién es?
(El ratón)



¿Quién es, quién es
el que bebe por los pies?
(El árbol)



Un estuche redondito 
que lleva adentro un pollito.
(El huevo)


POESÍA: ESCUELA DE RATONES


Tríquiti tras, tríquiti tras,
la trompa delante y el rabo detrás.

Los ratones van a la escuela
de noche, con una vela.
Ratones tuertos con anteojos,
ratones con bonetes rojos,
ratones llenos de puntillas,
ratones en zapatillas.

Aprenden a comer queso
y después se dan un beso.
Aprenden a mover la cola
y a bailar en la cacerola.



La maestra dibuja en la harina
el mapa de la cocina.
Les muestra fotografías
de gatos en comisarías,
y cuando no hacen los deberes
los pincha con alfileres.

Los ratones vienen de la escuela
con un cuaderno y una vela.
Tríquiti tras, tríquiti tras,
la trompa delante y el rabo detrás.




LAS RUTINAS , ACOMPAÑADAS CON MUSICA

La rutinas y lo hábitos les permiten a los niños fijar secuencias y “modos de hacer", que les brindan seguridad y confianza en si mismos. Un buen recurso para introducir a los niños y niñas en esas rutinas es a través de canciones sencillas, de rima pegadiza, con acompañamiento de gestos y movimientos corporales que invitan a un rápido aprendizaje, de una forma lúdica.

                                                 SALUDO A MI JARDÍN
   Con esta mano saludo a mi maestra,

con esta otra saludo a mi Jardín,
y con las dos saludo a mis amigos,
¡Ay, qué lindo que es estar 
de nuevo aquí!
Con esta mano les digo chau a todos,
con esta otra los vuelvo a despedir,
y con las dos les digo ¡Hasta luego!
Yo me quedo muy contento 
en mi Jardín.


TOMAR LA LECHE
Vamos a tomar la leche,
hay que repartir el pan,
nos sentamos derechitos
con las manitos atrás.
¡Ojo con tirar la taza!
Nada hay que desperdiciar.
Cuando estemos todos listos
ya podremos comenzar.

ORDENAMOS
A guardar, a guardar
despacito y sin romper
que mañana hay que volver
Guardas tú
guardo yo
y la sala se ordenó.

Las partes del cuerpo

                                               

                                            APRENDEMOS SOBRE EL CUERPO


El aprendizaje del esquema corporal interviene directamente en la formación de una identidad propia en los  niños.El reconocimiento de su rostro y su cuerpo, así como el descubrimiento de que esos mismos elementos están en sus amiguitos, son piezas que poco a poco integrarán su noción de individuo. Entre las actividades que se trabajan en el aula, está la de completar rostros. Consiste en presentarle un rostro incompleto -o la silueta de un rostro- a los niños. En hoja aparte, estarán dibujadas las distintas zonas básicas de la cara: ojos, nariz, boca, orejas. La maestra indicará a los niños que recorten estas partes y las peguen en el lugar que corresponda. Para hacer más divertida la lección, es posible trabajar con figuras que los niños reconozcan rápidamente, como por ejemplo personajes de dibujos animados.Otra técnicas consiste en presentar las partes del cuerpo (cabeza, brazos, piernas, tronco) en pedazos de cartulina. Uniendo estos pedazos con broches se puede formar un títere articulado simple y desarrollar con él temas referidos al cuerpo humano, como su protección, diferencias, posiciones, etc.
                             

miércoles, 20 de mayo de 2015

JUGAR: "INTEGRA"

La integración, es importante para todos los sujetos pero especialmente para  la educación, ya que la misma hace que no se planteen diferencias entre los niños. Por lo tanto una de las mejores herramientas es el juego, dado que a partir de este los niños se socializan de igual manera, sin diferencia alguna.